A partir del próximo 4 de noviembre, Google dejará de permitir la publicidad de cerrajerías en sus listados en España. Esta medida responde a una serie de reportajes en prensa y quejas de usuarios que han sido víctimas de estafas.
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ToggleEste problema no es exclusivo de España: en países como Canadá y Estados Unidos, los cerrajeros solo pueden anunciarse en Google si pasan un riguroso proceso de verificación gubernamental.
En otros países como Alemania, Bélgica, Países Bajos y Suecia, la publicidad de servicios de cerrajería está completamente prohibida desde 2019. Además, en los Países Bajos, los anuncios de fontaneros también están prohibidos por razones similares.
¿Por qué es tan grave la situación? Porque algunas compañías, conocidas en el sector como «abrepuertas», utilizan agresivas estrategias de SEM para posicionarse en los primeros lugares de los resultados de búsqueda y en los mapas del buscador.
Estas empresas, que a menudo no actúan de manera éticamente correcta, pujaron grandes sumas para dejar fuera a las compañías legítimas y registraron múltiples direcciones falsas para aparecer siempre en las búsquedas de cerrajeros cercanos.
Dado que los servicios de cerrajería son a menudo urgentes, muchos usuarios terminan contactando al primer cerrajero que aparece en Google, sin saber la diferencia entre resultados orgánicos y patrocinados.
Esto resulta en que contraten a profesionales de baja cualificación que, para compensar sus altos gastos en publicidad, cobran precios astronómicos por abrir una puerta, a veces más de mil euros.
Estos precios desorbitados se justifican, según estas compañías, como consecuencias naturales del mercado, lo cual es una excusa inaceptable para justificar prácticas abusivas y fraudulentas.
Este sector ha sido un terreno fértil para fraudes que Google ha permitido debido a los beneficios económicos que obtiene de una escalada en los precios de publicidad. Algo muy similar ocurrió con otras estafas en el pasado, como los dialers, medicamentos y tratamientos milagro, el juego y muchos otros engaños en los que Google siguió ganando dinero hasta que la situación se hizo insostenible tras un escándalo mediático.
El comunicado oficial sobre la suspensión de publicidad fue publicado el 4 de septiembre, brindando dos meses para que los cerrajeros afectados busquen alternativas de promoción, como mejorar su SEO orgánico o alinearse con listados locales.
Es crucial entender que esto no afectará la disponibilidad de cerrajeros; seguirán siendo accesibles, solo que no aparecerán en los anuncios patrocinados de Google. Otra recomendación es usar servicios proporcionados por aseguradoras del hogar, que actúan como filtros de los profesionales participantes.
En resumen, este abuso continuó hasta que se convirtió en un escándalo y Google se vio obligado a actuar. Una vez más, ha antepuesto sus beneficios económicos a las necesidades y la protección de los usuarios.
Google y la prohibición de la publicidad de los servicios de cerrajería
Se han tomado nuevas medidas en España por parte de Google para prohibir la publicidad de servicios de cerrajería, lo cual no es un hecho aislado. A lo largo de 2019, ya se realizaron acciones similares en países como Alemania y Países Bajos, con el objetivo de prevenir abusos en este tipo de anuncios. Sin cruzar las fronteras españolas, cabe destacar que otros servicios también tienen suspensos los pagos para la promoción de sus enlaces, como es el caso de la venta de entradas y las donaciones.
En paralelo, países como Canadá y Estados Unidos han implementado sistemas de licencias gubernamentales que permiten al usuario identificar a los cerrajeros mediante documentación oficial. Esta normativa proporciona una mayor protección al consumidor.
Google sigue afrontando los desafíos que conlleva combatir el “fraude publicitario”, una tarea sumamente complicada. No solo se presentan estas prácticas en el ámbito de la cerrajería, sino también en sectores como la fontanería y la electricidad.
Aunque Google interviene suspendiendo servicios de publicidad, la importancia de las estrategias de SEO (Optimización para Motores de Búsqueda) sigue siendo crucial en la competencia por captar clics. Dada la abundancia de contenido en Internet, es primordial comparar y evaluar detenidamente la información encontrada antes de tomar una decisión impulsiva. Lo fundamental es garantizar que lo que hemos hallado realmente satisfaga nuestras necesidades.
Google pone coto al timo de los ‘abrepuertas’ o “falsos cerrajeros”
En un esfuerzo por combatir el conocido timo de los ‘abrepuertas’, la Unión de Cerrajeros de España (UCES) ha celebrado que Google tome medidas para limitar a las empresas que usan su plataforma para “estafar” a los ciudadanos, según declaraciones a SEOCRECE por parte de dicha entidad.
La UCES, en su propia página web, dedica una sección a los ‘falsos cerrajeros’, donde expone a aquellos que se hacen pasar por profesionales certificados sin trabajar para una empresa homologada. “Estos no tienen la garantía de estar registrados en el Ministerio del Interior ni de carecer de antecedentes penales”, advierten, recomendando a los clientes, verificar la identidad de los cerrajeros UCES certificados mediante su carnet y placa de identificación.
Desde el propio sector, se denuncia que entre un 60 y un 70% de los servicios de cerrajería en España son realizados por “empresas alegales y profesionales con escasa cualificación”. Según afirman al medio citado, ciertos trabajadores ‘piratas’ pueden cobrar hasta 20 veces más que un profesional honesto y cualificado.
Cerrajeros no acreditados: facturas de hasta 1.000 euros por abrir tu puerta
Según diversas asociaciones de cerrajeros profesionales, algunos de estos cerrajeros sin acreditación han llegado a cobrar más de 1.000 euros por abrir una cerradura sencilla. Este tipo de abuso ha sido denunciado en numerosas ocasiones, ya que perjudica tanto a los clientes como a los cerrajeros honestos que ofrecen tarifas razonables y servicios de calidad.
La denuncia de Enric Cambray: 1.000 euros por abrir una puerta
El actor catalán Enric Cambray se sumó a las denuncias contra estos fraudes, al contar cómo un cerrajero cobró a su madre 1.000 euros por abrir una puerta. Historias como la de Cambray reflejan la gravedad del problema y han ayudado a poner el foco en la urgencia de regular este tipo de servicios.